lunes, 4 de junio de 2012

Desasimiento (I)


Una de las palabras que más usa san Juan de la Cruz es la palabra "desasimiento". San Juan de la Cruz propone al contemplativos desasirse, desprenderse podíamos decir hoy, de todo lo que no sea Dios.

Lo que san Juan de la Cruz propone es la concreción de una máxima evangélica: "vende lo que tienes, da el dínero a los pobres, y sígueme" San Juan de la Cruz propone al contemplativo que venda todo lo que tiene, que entre en el ámbito de la confianza incondicional en Dios, no poniendo su corazón en los bienes y poderes de este mundo, ni tampoco en las cosas espirituales por muy santas que parezcan, para poder seguir a Jesús en la gratuidad.

El espiritual suele centrar más su vida en una pobreza ascética,pero a veces se queda anclado en los bienes espirituales: sus devociones, su forma de ver y entender a Dios, sus logros, su plan de vida orante, sus tiempos de oración. Juan de la CRuz va al fondo de esos apegos que parecen tan santos.

Pero la pobreza, el desasimiento es una condición ineludible del seguimiento. La riqueza, también la espiritual al hacer que uno se sienta poderoso y seguro de sí mismo impide el acceso a Dios. Cuando esta riqueza es espiritual, el orante se suele volver crítico, juzga a los demás y termina convertido en un soberbio, que no agunta más perfección que la suya.

Porque este tema es importante lo seguiremos tratando... quede esto como inicio de un camino que espero nos cree a todos un poco mal sabor de boca....

No hay comentarios:

Publicar un comentario