miércoles, 6 de junio de 2012

Desasimiento (III)


¿Qué he de hacer para conseguir una vida plena? Juan de la Cruz con el Evangelio en la mano, responde que la vida plena es Dios mismo; por eso, la pregunta auténtica que debería hacerse un cristiano para ser feliz, debería ser: ¿Cómo puedo encontrarme con Dios?, o ¿cuáles son las disposiciones que permiten que yo me encuentre con Dios?

El primer paso para seguir a Jesús que es donde encontramos a Dios es negativo: saber por donde no hay que ir, deshacerse de los ídolos que el evangelio identifica con el poder, la riqueza, la nación, la familia, el padre.

Para conseguir una vida plena, para encontrarnos con el Dios de Jesús, será necesario corregir muchas falsas imágenes que no se corresponden con el Dios que Jesús nos anuncia.

Juan de la Cruz nos propone un camino que nos saca de nosotros mismos y nos abre a una dimensión inesperada. Es el mismo camino que Jesús propone al joven rico, que se fue triste "porque tenía muchos bienes" a los que estaba apegado y no estaba dispuesto a dejarlos.

El camino espiritual cristiano es un dejar de mirarse a sí mismo para estar en disposición de encontrar al Otro, a Dios y al otro, al hermano. El camino cristiano es la disposición a encontrarnos con lo nuevo, con un Dios que desborda nuestras imágenes, siempre pobres y pequeñas. Entar en la espiritualidad cristiana es un abrirse a lo inesperado, romper con lo antiguo, en fin, estar dispuesto a nacer de nuevo, a una vida nueva.

Para Juan de la Cruz, la búsqueda de la felicidad pasa por la búsqueda de la felicidad de los demás. Por eso, esa insistencia en el desasimiento, en salir de nuestro ego, de buscar nuestro sólo placer. El desasimiento cristiano no es un narcisismo camuflado de una perfección mal entendida.No es despreciarse a sí mismo, o estar continuamente culpabilizándonos de lo malos que somos. No es tampoco un machacarnos para purgar no sé que ocultos pecados.Porque no se puede ser feliz perjudicando a los demás. Sino que es la afirmación de que en la búsuqeda de nosotros mismos, de nuestro placer, del poseer, del poder no es posible ninguna felicidad. En esas cosas, sólo es posible satisfacer pasiones, pero esa stisfacción dura poco y deja un gran vacío.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta meditación, es hermoso saber entregar a Dios todo, y ver porque camino vamos andando.
    A veces pensar que nos negamos a nosotros mismos es despreciarse, en vez creo que es valorar lo que Él tanto amó. En esa camino quiero estar para dejar pasar la Luz de Su Amor!

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  2. Maravillosos los post sobre el desasimiento. Gracias de corazón y que Dios le bendiga.

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