lunes, 27 de agosto de 2012

2 Moradas (II)


¡PHN! “La lucha contra el pecado”Una característica principal de estas segundas moradas es la lucha, pero la lucha no es la última razón de la vida en esas moradas: se lucha para recuperar el equilibrio interior perdido, la armonia. Se lucha por la paz. El principiante ha de curarse en salud: no es fácil la vida en el castillo. Es decir, no es fácil vivir en cristiano. Por eso, su síntesis en las segundas moradas podría resumirse así: en el castillo se lucha. Lección que vale para el lector de hoy, tentado de comodidad, de soluciones rápidas y fáciles, de reducir la radicalidad del Evangelio a los cánones de un humanismo bonachón.

De haber podido recurrir a nuestr imaginería de hoy, Teresa nos hubiera hablado de nuestras dependencias psicológicas derivadas del alcohol, las droga, el culto al cuerpo, del control del pensamiento por los medios de comunicación, las ideologías que impiden el diálogo y la razón; o quizá sería el frenesí de la violencia de unos con otros, o del simple tributo del consumismo dominante. Cadenas que atenazan la libertad, amordazana  la persona, y no dejan a uno ser sí mismo.

Y esto porque el hombe  es a la vez dos cosas: hermosura y dignidad en su ser (belleza del castillo; luz y sombras, grandeza y miseria en su historia (vida del castillo). Pero el orden interior no es un presupuesto o un punto de partida. Será conquista cotidiana, morada tras morada, y meta definitiva en lo hondo del alma.

Consejos prácticos que nos da santa Teresa:

-No dejarse vencer.
- Tener grande determinación de seguir adelante.
- Ir  decididos a la batalla, y antes perder la vida, el descanso y todo...
-No tornar nunca atrás a las primeras moradas.
-No hay mejor arma que la Cruz.

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