
Es tan importante esta capacidad de perdonar que parece ser lo único que Jesús exige en la oración del Padre nuestro. ¿Por qué, puestos a elegir una exigencia ética concreta entre las muchas posibles, Jesús eligíó esta de perdonar? ¿Tan importante es el perdón? Ciertamente, perdonar es importante incluso para preservar la salud. El resentimiento aumenta la presión arterial y, cuando se hace crónico, sobreviene la hipertensión crónica que provoca enfermedades del corazón. El perdón es importante también para una convivencia sana ¿Qué sería de la humanidad si no aprendieramos a perdonar? ¡Es lamentable que haya personas estigmatizadas de por vida porque quienes les rodean se niegan a olvidar su pasado! El perdón abre la puerta a un futuro nuevo. Pero es que, además, el perdón es un principio ético de primer orden. Igual que existe un orden o jerarquía en las verdades de la fe, también hay una jerarquía de valores éticos. El perdón ocupa los primeros puestos porque brota de la esencia misma de la redención, es algo que viene de Dios, que nos reconcilió en Cristo.
De ahí que santa Teresa llegue a decir que el perdón es la más clara señal de la oración contemplativa y de la unión con Dios: " Y adevertid mucho en esto que, cuando de las cosas que Dios hace merced a un alma, en la oración que he dicho de contemplación perfecta, no sale muy determinada y, si se le ofrece,las pone por obra, de perdonar cualquier injuria, por grave que sea -nada de estas naderías que llaman injurias- no se fie mucho de su oración.... No puedo yo creer que alma que tan junto llega de la divina misericordia, adonde conoce la que es y lo mucho que le ha perdonado Dios, deje de perdonar luego con toda facilidad y quede allanada en quedar muy bien con quien la injurió... Torno a decir que conozco muchas persona que las ha hecho el Señor merced de levantarlas a cosas sobrenaturales, dándoles esta oración o contemplación que queda dicha, y auqnue las veo con otras faltas e imperfecciones, con esta no he visto ninguna, ni creo la habrá, si las mercedes son de Dios, como he dicho. El que las recibiere mayores,mire en sí como van creciendo estos afectos; y si no viere en sí ninguno, témase mucho y no crea estos regalos son de Dios" (CV 36,8.12-13)
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