miércoles, 18 de julio de 2012

Virtudes "teresianas"


El proyecto de vida contemplativa que propone Teresa en su libro Camino de Perfección se sustenta en unas sólidas báses que es el amor, el desasimiento y la humildad. Virtudes que en palabras suyas "paréceme andan siempre juntas" (CV 10,3) y que "son necesarias tener las que pretenden llevar camino de oración", de manera que "es imposible, si no las tienen, ser muy contemplativas, y, cuando pensaren lo son, están muy engañadas" (CV 4, 3).

Teresa dedica en este libro, dedicado totalmente a la oración, doce capítulos a tratar de estas virtudes. Porque Teresa está convencida que no hay verdadera contemplación, sin el fundamento teologal de las virtudes: "Diréis, mis hijas, que para qué os hablo en virtudes, que hartos libros tenéis que os las enseñan, que no queréis sino contemplación... Mas contemplación es otra cosa, hijas; que este es el engaño que todos traemos, que en llegándose uno un rato cada día a pensar sus pecados (que está obligado a ello si es cristiano de más que nombre), luego dicen es muy contemplativo..." (CE 24, 3-4) Pero santa Teresa es clara, y no tiene dudas, de que el camino de oración ha de ir asentado en las virtudes: "espíritu (persona quiere decir) que no vaya asentado en verdad yo más le quería sin oracíón" (V 13, 16).

Por la importancia que Madre Teresa da a estas virtudes vamos a dedicar a ellas los siguientes post, intentando desgranarlas y aplicarlas a la vida actual.

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